Consejo Académico de Ética en Medicina
Seminario: Ética en Investigación
Palabras de Apertura - 24 de octubre de 2018
Dra. Elena Passo
La práctica de la medicina y de la investigación , no escapa a la crisis etica del siglo XXI. Esta crisis se debe al desconocimiento de fundamentos éticos y antropológicos, que debieran ser los pilares del ejercicio profesional.
En nuestra cultura, el concepto de naturaleza humana se ha relativizado o incluso negado y por lo tanto, el fin trascendente de dicha naturaleza también ha sido ignorado.
La dignidad humana se fundamenta justamente en la esencia de la naturaleza humana - corporal y espiritual - y en su fin de trascendencia.
La crisis etica de la modernidad es el resultado de desconocer la naturaleza humana y por ende su dignidad.
Al ignorar la inherente dignidad de la naturaleza humana, las decisiones sobre el hombre se toman por consenso, por decisiones e intereses particulares y muchas veces arbitrarios. Pensemos por ejemplo en los genocidios del siglo pasado, en los numerosos procedimientos de investigación médica que vulneraron derechos humanos básicos, en el aborto, en la eutanasia, por citar -solo a modo de ejemplo- algunos dramas de la humanidad.
¿Cuál -sino la negación sistemática de la naturaleza y por ende de la dignidad humana- es la explicación subyacente de todos estos hechos?
La dignidad humana es el pilar y fundamento ético que impide al hombre someter a otro hombre y convertirlo en objeto de uso experimental. Es el marco referencial moralmente valido, para todo accionar médico tanto en el área asistencial como en el de la investigación.
El informe Belmont de 1978 fue un aporte valioso para la investigación biomedica al plantear la necesidad de respetar los principios de autonomía, beneficencia - no maleficencia y de justicia. Más tarde, estos mismos principios, fueron llevados para ser utilizados a modo de guía, en el área de la medicina asistencial.
El problema es que la aplicación de los principios - tal como fue planteada - carece de un orden jerárquico y de una teleología o fin. La utilización de los mismos tendría que ser realizada del siguiente modo: beneficencia - no maleficencia en primer lugar, autonomía en segundo lugar y luego justicia. De forma tal, que el primer objetivo sea siempre la realización del bien.
Otro tema no menor, es el del fin o componente teleologico, que debiera no sólo estar presente, sino ser la guía del accionar del investigador.
El fin es el bien integral del hombre y del ecosistema. El hombre, el ecosistema y todos los seres vivos son bienes a resguardar al realizarse una investigación científica.
De acuerdo a lo expuesto, se puede decir que en el campo de la investigación biomedica, la aplicación de los principios del informe Belmont, constituye el piso o mínimo necesario de recomendaciones a respetar durante la realización de una investigación médica. Pero es necesario profundizar en el tema y replantear las metas.
Desde el enfoque de la Bioetica, no hay dudas de lo problemático de la situación actual, para aquellos que dedican sus vidas y esfuerzos a la investigación médica. Los investigadores podran superar esta crisis, en la medida que tengan como meta la búsqueda de la verdad. Para ello no hay techo, el espíritu humano siempre se verá atraído por la verdad.
Al transitar este camino de búsqueda , no debieran olvidar lo que los hace humanos: la propia naturaleza y la propia dignidad.
Es el deseo de quienes hemos organizado este seminario, reflexionar acerca de las medidas que se deben adoptar para que la investigación médica acompañe siempre a nuestra humanidad.