XXVI Congreso Internacional Ciencia y Vida
- elenapasso
- 28 jul
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"Más allá de la Modernidad: Expectativas, Peligros y Retos"
Universidad Libre Internacional de las Américas ULIA. CÃrculo Paraguayo de Médicos CPM. Asociación de Estudios Bioéticos AEB.
24, 25, 26 Julio 2025 Banco Central del Paraguay
Asunción - Paraguay
DECLARACIÓN DE ASUNCIÓN 2025
Reunidos en Sala de convenciones del Banco Central del Paraguay, con motivo del XXVI Congreso Internacional Ciencia y Vida, en torno al tema Más allá de la Modernidad: Expectativas, Peligros y Retos, tras las ponencias, conferencias y debates, y en lÃnea con los pronunciamientos programáticos de los congresos anteriores, hacemos pública esta DECLARACIÓN en la que recordamos y acordamos:
1. En este fin de época el mundo se enfrenta a retos formidables y, en correspondencia, el clima de opinión global se ha tornado pesimista. Se trata de una apreciación compartida también por aquellos que disfrutan de salud y bienestar: juzgan de modo positivo su situación particular y de modo negativo la situación general, de su paÃs o del mundo. Aun siendo formidables los retos, el principal desafÃo al que nos enfrentamos es el envejecimiento de la población y la caÃda de la natalidad.
2. La Tierra contempla un escenario demográfico inédito en la historia de la humanidad: la tendencia del aumento de ancianos sobre niños. Se invierte la pirámide demográfica. Este fenómeno se da por primera vez en paÃses como Japón o Corea del Sur y se extiende rápidamente a Occidente. Es previsible que llegue pronto a la totalidad del mundo. En este contexto no es extraño que se difunda la eutanasia por conveniencia económica, y resulta sorprendente la perseverancia de tantos estados y organismos internacionales en la difusión y defensa del aborto, la primera causa de muerte en el mundo.
3. Una doble amenaza se cierne sobre la población mundial: el aborto en el comienzo de la vida y la eutanasia en el final. Ambas prácticas manifiestan el máximo desprecio a la vida y a las personas y provocan la muerte de millones de seres humanos y otras muchas vÃctimas colaterales. Es, efectivamente, el fin de la modernidad.
4. Mirando al porvenir, es necesario abandonar la cultura de la muerte y adoptar polÃticas favorecedoras de la vida. De esta forma, la humanidad pasarÃa a estar en condiciones de afrontar los principales retos del cambio de era, tales como guerras, pandemias, crisis económicas, destrucción ecológica, pérdida de sentido y libertad, abusos, conflictos y polarización a gran escala, entre otros. El máximo respeto a la dignidad humana pasa por considerar la vida como un fin en sà mismo y no medio para nada. Al cabo, es la población la que debe orientar la polÃtica y gobernanza y no al revés.
5. Tomando en consideración los retos bioéticos que para el devenir humano presentan las innovaciones técnicas de última generación en un contexto cultural donde prima el relativismo ético, señalamos la urgencia de considerar: a) No podemos dar la espalda en el ámbito académico a fenómenos socio técnicos de nueva implantación. El objetivo es interpretar y discernir esos acelerados avances. Hay una biotecnologÃa y un transhumanismo benéficos que han proporcionado mejoras importantes en el tratamiento de amputaciones gracias al desarrollo de brazos y piernas biónicas. En breve plazo de tiempo la interfaz cerebro-ordenador permitirá a enfermos con dificultades de fonación (por enfermedades neurológicas, como sÃndrome del cautiverio, esclerosis lateral amiotrófica, parálisis central de las cuerdas vocales) comunicarse a través de la pantalla del ordenador. Con la edición genética CRISPR-Cas9 es posible corregir las mutaciones genéticas responsables de la fibrosis quÃstica y algunos tipos de distrofia muscular. Lejos de dar la espalda a estas investigaciones, debemos fomentar espacios de reflexión e investigación para ofrecer a los diversos estamentos sociales y gubernamentales las herramientas necesarias para la toma de decisiones informadas y justas. b) Recordamos la raigambre social y benéfica del desempeño clÃnico que actúa siempre con el máximo respeto a la dignidad humana. Un implante sirve para ayudar a recuperar capacidades perdidas y autoestima, no principalmente para generar un beneficio económico. La sanidad y una cobertura universal de calidad se adivinan como el principal objetivo y justificación de la polÃtica de estado en la nueva edad por venir. c) Si bien el siglo XX derribó antiguas barreras conceptuales en la polÃtica y las ciencias, la ausencia de estas no implica la desaparición de los controles éticos que se adivinan cada vez más necesarios frente el uso de algoritmos en la prestación de servicios. Asà como en la medicina es necesario reclamar la centralidad de la relación entre paciente y médico, y su autonomÃa respecto a presiones externas, ello debe de reflejarse también en la economÃa por lo que se refiere a las actividades de producción y consumo, a la enseñanza, y a la polÃtica. La transparencia y la relación personal es un requisito fundamental de la vida en sociedad.
6. Siendo plenamente conscientes de que el advenimiento de una nueva edad cultural ocasiona cambios en la interpretación de leyes y derechos, incluso nuevos marcos jurÃdicos, señalamos la urgencia de: a) Recordar la importancia y los orÃgenes de la libertad de cátedra, de expresión y de iniciativa educativa, que son y serán defensas frente a cualquier tipo de totalitarismo. Es necesario que se respete y fomente el pluralismo en una sociedad que cada vez favorece más y cuenta con medios sofisticados para la imposición cultural y de pensamiento. b) La ley tiene el objetivo de proteger y garantizar los valores inalienables de la persona, como son la vida y la libertad. Todo marco jurÃdico que se base en un planteamiento relativo o utilitarista que amenace la integridad de la persona deja de ser ley para convertirse en amenaza. AsÃ, las recomendaciones y normas emanadas de instituciones supranacionales ajenas a la legitimidad democrática y la responsabilidad polÃtica, herederas de un mundo ya pasado, donde la amenaza de la fuerza se imponÃa sobre el derecho, la representación y la libertad. Su vigencia deberá de revisarse con reformas profundas. c) Se deberá rescatar una lógica funcional con criterios abiertos y novedosos para la medición del desarrollo y demás instrumentos de previsión social, incorporando valores humanistas, y no solo instrumentales, en la elaboración de objetivos y procesos polÃticos. Ello implica repensar el quehacer académico liberándolo de condicionamientos utilitaristas para rendimientos contables a corto plazo. Las universidades y centros de saber deben abrirse a los bienes relacionales, la responsabilidad ante otros, y ante lo venidero. No son una empresa comercial.
7. Acogiendo los temores y esperanzas que siempre provocan los cambios estructurales, y para evitar las lacras y tensiones que una actitud inmovilista y su efecto paralizante pueden provocar, vemos necesario: a) Profundizar en el sistema, teórico e institucional, de los Derechos y Deberes Humanos incorporando criterios de responsabilidad y agencia, fundamentados en la vigencia y desarrollo de instancias civiles. La separación de poderes ha de ser efectiva y universal en la nueva época poniendo la razón y no la fuerza en la cúspide de la sociedad. b) La garantÃa de una democracia plural proviene del respeto. La sociedad es antes que el individuo pues todos nacemos en sociedades, lenguas, creencias y familias ya existentes. Al efecto, la civilidad, que en la modernidad ha sido vÃctima de la estatalidad, debe contar con recursos para garantizar su autonomÃa. Es el estado el que sirve a la sociedad y no al revés. Es la sociedad la que conforma el estado y no el estado el que moldea la sociedad. AsÃ, la defensa de la familia y de los diversos emprendimientos sociales nacidos de la base social deban de conformar el marco polÃtico y convivencial de los próximos años. c) La libertad educativa, como toda libertad, se transparenta y se hace visible en la pluralidad. En la nueva época, alejados de uniformismos y planes universales, la mayorÃa de edad de la sociedad civil se visibilizará en la paulatina sustitución del control estatal por el civil sobre la tarea educativa, más allá de asegurar los derechos y deberes que la dignidad humana básica y el apoyo a las familias haga necesario.
8. Abrazando un humanismo propositivo ante los diversos escenarios que una nueva época abre para la humanidad y siendo conscientes de las lacras y rémoras que la modernidad nos deja, vemos conveniente la urgencia de abordar medidas para que: a) Cese la cultura del desperdicio y que la externalidad económica altere precios a su conveniencia. Todos los precios deberán ser reales, y, por tanto, incluir el coste de la obliteración del producto, asimilación del desecho y almacenamiento del residuo, asà como la limpieza y recuperación del entorno donde se haya producido revirtiéndolo a su estado original mejorado. b) Se proceda a un nuevo rearme social preventivo para que las nuevas tecnologÃas sean provechosas y pasen el filtro de bondad requerido para su uso y disfrute. Se trata de evitar adicciones y rémoras perniciosas con métodos de enganche en los jóvenes, monopolios informativos, o imposiciones de uso, de modo que efectivamente se dé la libre alternativa a su manejo. Deberán proporcionarse modos y espacios libres donde quien lo desee pueda entablar relaciones directas cara a cara sin mediación obligatoria de pantallas, ya sea en relaciones oficiales o privadas en los diferentes ámbitos comerciales, educativos o lúdicos. c) La nueva época, como ha ocurrido con las anteriores, traerá nuevos ordenamientos polÃticos y sistemas de adscripción. Algunos se basarán en la superación de la territorialidad dando paso a ciudadanÃas y fiscalidades electivas. La nueva cultura deberá de abrirse a estas y otras novedades que implicarán la superación de nacionalismos estrechos, la revalorización de la libre elección, la apertura a nuevos imaginarios y cosmovisiones, y, también, a la proximidad con lo diverso y la fundamentación de nuevos arraigos. Un reto intelectual al que habrá que abrirse mediando las actitudes y aptitudes pertinentes.
En Asunción, Paraguay, a 27 de julio de 2025.
